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ESTUDIOS CIENTÍFICOS

La base del entrenamiento debe ser el conocimiento científico. En este apartado os dejaré alguno de los estudios más interesantes que tenemos sobre entrenamiento y cómo podemos llevarlos a la práctica:

Issurin, V. B. (2010). New Horizons for the Methodology and Physiology of Training Periodization. Sports Med, 18.

El modelo tradicional de periodización ofrece una estimulación insuficiente, debido a los objetivos mixtos de adaptación. Además, la profesionalización del deporte ha generado un calendario competitivo muy extenso, teniendo la necesidad de planificar varios picos de forma. Por esta razón, en los últimos años el modelo ATR ha ganado popularidad entre los entrenadores de deportes individuales. Parece ser que una duración de 2-4 semanas por mesociclo podría desarrollar adaptaciones significativas con poca acumulación de fatiga, además de una mayor respuesta fisiológica y bioquímica.

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Hellard, P., Avalos-Fernandes, M., Lefort, G., Pla, R., Mujika, I., Toussaint, J.-F., & Pyne, D. B. (2019). Elite Swimmers’ Training Patterns in the 25 Weeks Prior to Their Season’s Best Performances: Insights Into Periodization From a 20-Years Cohort. Frontiers in Physiology, 10, 363

Los nadadores olímpicos franceses, de media, entrenaron un 40-46% del volumen total a una intensidad de menos de 2 mmol/L de lactato, entre un 44-46% entre 2-4 mmol, 6-9,5% a 4-6 mmol y un 3,5-4,5% a más de 6 mmol. La variación cíclica ondulatoria (modelo balanceado) parece ser el método más utilizado por lo deportistas franceses, utilizando periodos de carga cada vez más específicos e intensos antes de la puesta a punto. Actualmente, y en línea con el artículo anterior, la intensidad de entrenamiento es cada vez más alta, alcanzando un 30% del volumen total de entrenamiento.

González-Badillo, J. J., Sánchez-Medina, L., Ribas-Serna, J., & Rodríguez-Rosell, D. (2022). Toward a New Paradigm in Resistance Training by Means of Velocity Monitoring: A Critical and Challenging Narrative. Sports Medicine - Open, 8(1), 118. https://doi.org/10.1186/s40798-022-00513-z

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Sin duda, el entrenamiento de fuerza ha sido uno de los factores relacionados con el rendimiento que más se han desarrollado en los últimos años. El entrenamiento de fuerza basado en la velocidad de ejecución nos asegura un control del entrenamiento mucho más preciso que el entrenamiento tradicional. Actualmente, sabemos que cada %RM se asocia a una velocidad determinada, pudiendo saber de forma precisa la intensidad de cada serie en el momento de su realización. Además, la pérdida de velocidad se ha asociado a mayor fatiga, debido al comportamiento metabólico (mayor importancia de la vía glucolítica y mayor concentración de lactato en sangre). Una pérdida de 10-20% de la velocidad nos asegura una fatiga mínima, que no interfiera con el entrenamiento específico de natación, y asegurándonos adaptaciones enfocadas a la ganancia de fuerza.

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